LOS PADRES, MIS MEJORES ALIADOS PARA EL ÉXITO DE LA LACTANCIA. 2


Cuando hay dificultades durante la lactancia es, posiblemente, uno de los momentos más difíciles en la vida de una madre, de un bebé y de una familia; todos sufren al ver a la madre llorando por dolor y al ver al bebé llorando por hambre y encuentran en un tetero o en la leche de fórmula la solución a sus problemas… la madre podrá sanar y el bebé no tendrá más hambre. Podría decir que esto es lo más frecuente que pasa en los hogares, cuando sus expectativas del famoso “éxito en lactancia” son superadas por la frustración de enfrentar tantos problemas y dolores.

En mi práctica, he venido encontrando situaciones diferentes a lo descrito en el párrafo anterior, a veces me toman por sorpresa, una muy grata sorpresa, me he encontrado con los PADRES, sí, con los hombres de la casa, los que no amamantan, los que no dan leche, pero ya se han informado, han asistido a los cursos, han leído, podría decir felizmente que ¡ya saben de lactancia!, algunos hacen diagnósticos y saben cuándo consultar y cómo preguntar.

Me encuentro con padres quienes, si bien no gestaron, ni parieron y pues tampoco amamantan a sus bebés, logran establecer una conexión que es evidente, los conocen tan bien que pareciera como si todo lo hubieran hecho ellos mismos, se les nota enamorados de su esposa, de su bebé y de la vida misma que acaba de manifestarse. Es una conexión que no requiere dar un tetero para sentirse útiles, son los papás que abrazan a su esposa mientras amamanta, que le hacen masajes en la espalda, que buscan la forma de que ella esté muy cómoda para amamantar, son los que tratan de hacer de todo (algunos lo logran, otro no, pero todos lo intentan), como recibir llamadas, filtrar y despachar la visita, cuidar a los otros hermanos, encargarse del otro gemelo, cambiar pañales, pasear, mecer y consolar en esos días de llanto (me refiero tanto a la madre como al bebé).

Son los que, en presencia de una dificultad, como dolor mamario, grietas, mastitis, falta de producción, etc., corren a buscar ayuda, de hecho son los que primero me encuentran, me llaman o me escriben: “mi esposa tiene mastitis, ¿es posible que la atienda hoy?” (Sábado a las 5 am).

Son los más atentos en todas las consultas de lactancia (tanto prenatales, postparto inmediato, cuando se enfrentan a dificultades, como las del destete); llevan la lista de preguntas; son mis auxiliares, me ayudan a sostener el extractor, sostienen el refrigerante, hacen masajes locales, incluso cuando la madre no logra el agarre adecuado, son ellos los encargados de hacer el agarre, si, el famoso agarre entre la areola y la boca del bebé a veces lo hacen mucho mejor los padres que las mismas madres (por supuesto que hay que entrenarlos).

En resumen, son mis guardianes en casa, mis auxiliares domiciliarios, son los padres que hacen su papel, los que saben cuál es su rol en su propia familia, los que saben cómo cuidar.

padres en la lactancia

La diferencia entre el éxito o el fracaso de la lactancia radica en quién hace el acompañamiento; las personas como papás con real convencimiento del gran aporte que es la lactancia para su bebé, para la madre, para la familia y para la sociedad son los que permiten alcanzar el éxito.


2 ideas sobre “LOS PADRES, MIS MEJORES ALIADOS PARA EL ÉXITO DE LA LACTANCIA.

  • Maria Mónica Correa

    Te felicito, me encanta tu propuesta..!!
    Después de alimentar a mis 3 bebés, me doy cuenta que es muy importante el acompañamiento de los papás, no solo en lo económico sino en lo afectivo.
    Al principio es muy duro, pero luego de 2 o 3 semanas se vuelve fácil (al menos para mi).

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